Oye encina tu que has nacido en ese punto ,
tal vez de la raíz de otra encina ,
seguro, seguro que fue de otra encina
que te precedió en el tiempo
y murió , dejandote en herencia
su raíz
o una simple bellota .
Has ido creciendo hoja a hoja ,
con el sol del verano
dando buena sombra
sin dejar las ramas desnudas en invierno.
El tiempo , el tiempo
te ha engordado el tronco , despacito
dándote esa madera pesada ,
dura ,
toda llena de pequitas
con venas sonrosadas ,
esa corteza asperota
gris con canalillos oscuros
y cosquillas de hormigas .
Con la copa de redonda melena
toda tupida de hojas
de hojas duras y con pinchitos ,
de verde satinado por la cara que pones al sol,
verde aterciopelado blanco
la cara que ocultas,
con racimos de puntitos amarillos
y rumor de arañas
que visten el vacio
el vacio entre hoja y hoja .
De lejos un verde pardo
es tu seña de identidad ,
en el paisaje
en el espacio,
en el campo .
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